Y, también, para que los afectados puedan continuar viviendo en los hogares aunque dejen de ser propietarios, a cambio de un «alquiler social» cuyo precio, necesariamente, ha de ser módico.
Y, también, para que los afectados puedan continuar viviendo en los hogares aunque dejen de ser propietarios, a cambio de un «alquiler social» cuyo precio, necesariamente, ha de ser módico.