Es el primer revés que recibe el gobierno minoritario, cuyo alcalde, Josep Marigó, cargó contra la oposición, a la que advirtió que con su actitud «Blanes no saldrá adelante».
La propuesta consistía en aprobar de forma genérica las tasas un 3,2%, según el IPC catalán previsto para 2012. Pero, el IBI se pretendía incrementar un 15%.