No es baladí que escribamos este artículo a dos manos en esta semana. Lo hacemos coincidir con el 60 aniversario de la fundación de Comisiones Obreras de Cataluña y, también, con el 50 aniversario de la creación de Comisiones Obreras en la provincia de Girona.
Este artículo lo firmamos Maxi Antequera, histórico militante comunista y uno de los fundadores de las Comisiones Obreras en Girona, junto a José Morales ‘Prodi’, responsable en la actualidad de jóvenes del sindicato (Acció Jove) en el territorio.
El motivo que nos mueve a escribir este artículo es recalcar la utilidad y la importancia de las Comisiones Obreras para el conjunto de la clase trabajadora. Tanto en su creación años atrás como en la actualidad, siendo de dos generaciones muy distintas, viviendo situaciones totalmente diversas de carácter político y social, entendemos la importancia de luchar y organizarnos en la mayor organización social del país.
Como Maxi nos explicaba, la creación de las Comisiones Obreras nacía de un contexto de falta de libertades a raíz de la dictadura franquista. El sindicato jugó un papel importantísimo en la consecución de estas libertades, vinculándolas también con la lucha vecinal. Los sindicalistas de CCOO participaban, ese hecho no es un acto de coincidencia como pretenden hacernos creer, sino la importancia de la organización colectiva desde la sociedad civil para conquistar un escenario de justicia social para todas.
El sindicato también fue vanguardia de las diferentes reivindicaciones del mundo del trabajo, organizando y liderando diferentes huelgas del territorio. Las más conocidas: la de la construcción, la de la hostelería y la de la SAFA. Esta última en la localidad que une la vida de estos dos sindicalistas.(Blanes, Girona).
Pero este artículo no es un mero traspaso de dos generaciones que vuelcan todos sus conocimientos en la lucha de los trabajadores y trabajadoras, sino una unidad sindical e ideológica. En las que se discute y se comparte y ese es el gran reto que une a estos dos sindicalistas.
Como nos destacaba ‘Prodi’, es importante que el sindicato sea capaz de renovarse a los continuos cambios del mercado laboral. Aunque la era tecnológica afecta especialmente a las trabajadoras en sectores tan concretos como las empresas de reparto (como Glovo o UberEats), se va a extender al conjunto del mundo del trabajo y por ello avanzarnos a los cambios tecnológicos nos sitúa en la vanguardia de la organización sindical de la clase trabajadora.
Pero sin duda este cambio de conciencia social de las trabajadoras tiene que ser mirado desde la pluralidad y transversalidad de nuestra clase. Eso conlleva liderar todos aquellos conflictos laborales en los sectores más castigados por la imposición de la patronal, ergo el capital, y por una precariedad laboral que nos asfixia como a una sola clase, sea nativa o extranjera.
Estamos hablando de vidas y de casos tan representativos como la lucha de las trabajadoras de las cárnicas, de las temporeras en situaciones que muchas veces rozan la esclavitud, de las camareras en el sector de la hostelería, de los trabajadores y trabajadoras del hogar que cuidan de nuestras mayores.
Sin duda, ambos sindicalistas comparten un hilo rojo que les une. Prodi nos comentaba del enorme respeto a una generación (como la de Maxi) que luchó por las libertades democráticas, sociales, nacionales y laborales de nuestro país. Un legado que permanece en su origen a pesar de los ataques por parte de la derecha política de nuestro país y de la patronal.
Pero el autor más novel nos habla que si la generación que fundó las Comisiones Obreras estuvo muy marcada por la falta libertades de este país, la generación millennial está marcada por la falta de oportunidades para tener un trabajo estable; del derecho a una vivienda digna o un alquiler asequible. Unas necesidades que se unen a las reivindicaciones de subidas salariales, que se ajusten al encarecimiento de la vida como los alimentos, la energía o el agua.
Para ir terminando esta radiografía es importante poner en valor lo que el sindicalismo de clase que representa Comisiones Obreras ha aportado al conjunto de la clase trabajadora en tiempos realmente complejos, como fue la pandemia de la COVID.
Entonces, inspiramos y lideramos un escudo social que salvó millones de empleos y garantizó el sustento a través de diferentes prestaciones para que las familias trabajadoras pudieran seguir adelante.
Hablamos también del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), de una reforma laboral que ha permitido que millones de jóvenes puedan tener un contrato indefinido o tener los registros más altos de personas trabajadoras afiliadas a la Seguridad Social, más de 21 millones de cotizantes en la actualidad.
No es poco lo que hemos logrado en un tiempo tan corto, pero aun así no es suficiente y las sindicalistas de Comisiones Obreras queremos más: la reducción de jornada laboral, continuar mejorando el SMI, y otras que están de actualidad. Porque con más derechos laborales es como se desmontan los discursos de la ultraderecha que quieren infiltrarse en las capas sociales de nuestro país.
¡Viva las Comisiones Obreras!
Maxi Antequera Barbero y José Morales Garcia (Prodi )