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Miles de conductores han empezado hoy a disfrutar del tránsito por la autopista C-32, entre Barcelona y Tordera, y AP-7 a su paso por las comarcas de Girona sin tener que pagar peaje. Recorrer los 66 km de la C-32 costaba 4,90 euros y, en la AP-7 cada 10 km. venían a costar aproximadamente un euro.
La circulación en la C-32, según ha podido comprobar esta mañana Blanesaldia.com ha sido fluida, sin atascos. Al llegar a la zona donde estaban las máquinas en las que se pagaba el peaje hileras de conos dirigían el tráfico, pues una parte de la zona de peaje está inutilizada, a la espera de que en corto plazo de tiempo se inicien los trabajos de desmantelamiento de las estructuras.
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Unas señales de ’30’ colocadas sobre una pilona para facilitar su visualización indican que se reduzca la velocidad para franquear el peaje, mientras que otros carteles indican “No pareu”.
La autopista C-32 tenía el peaje más antiguo de España, en concreto el comprendido entre Barcelona y Vilassar de Mar, que se instaló en 1969, hace 52 años. La posterior ampliación hasta Palafolls.
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La Generalitat ha emitido esta mañana un comunicado en el que explica que ha adjudicado, por un importe de 8,4 millones de euros, las tareas de conservación integral de los tramos de la C-32 y C-33 que desde hoy dejan de ser de peaje.
Este contrato incluye las operaciones, hasta el próximo marzo, de vigilancia y ayuda a la vialidad, de conservación y de programación, seguimiento y control de 130 kilómetros de la red, correspondientes a la C-32, Montgat-Mataró-Palafolls y en la C -33, Barcelona-Montmeló, así como las conexiones con la carretera N-II, y varios ramales de conexión de la C-32.
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Los trabajos incluidos en el contrato permiten garantizar unas condiciones adecuadas para la conducción en estas vías las 24 horas del día los 7 días a la semana y para responder a cualquier incidencia.
El contrato incluye la gestión y mantenimiento de los túneles y de sus instalaciones asociadas, de viaductos y otras estructuras, los elementos funcionales de la carretera (firme, drenaje, señalización, barreras de seguridad, entre otros), la limpieza, el mantenimiento de taludes y terraplenes, la respuesta a situaciones de emergencia o la vialidad invernal (limpieza de nieve o hielo). El contrato también incluye los trabajos de señalización así como el desmontaje de las cabinas actuales.
El Gobierno se hará cargo del coste de mantenimiento de las dos autopistas liberadas. Ante la falta de definición del modelo futuro, el Gobierno la asumirá mediante los presupuestos de la Generalitat.
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