La Policía Nacional ha desmantelado dos cultivos de marihuana en chalets situados en la urbanización Serra Brava de Lloret de Mar. Dentro de las viviendas había 1.069 plantas y, admás, 33 kilos de marihuana lista para ser distribuida. Los agentes se incautaron del material en un operativo que se realizó a finales de enero, y que se saldó con dos detenidos.

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Son dos polacos a quien el juzgado que lleva el caso ha enviado a prisión (en uno de los casos, eludible bajo fianza). Los arrestados habían pinchado la luz de los chalets y se calcula que han llegado a defraudar más de 34.000 euros. La operación también ha permitido impedir que los detenidos montaran una tercera plantación, en este caso en la urbanización Can Fornaca de Riudarenes (Selva).

Los investigadores seguían la pista de los sospechosos desde el mes de noviembre. La Policía Nacional destaca que, en este caso, la colaboración ciudadana fue clave para descubrir las plantaciones de marihuana. Después de que los pusieran sobre aviso, los agentes montaron un dispositivo y corroboraron que en estos dos chalets de la urbanización Sierra Brava se habían montado plantaciones de marihuana.

El operativo que permitió desmantelar los cultivos tuvo lugar la madrugada del 20 de enero. Participaron investigadores de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Girona, agentes de la comisaría de Lloret de Mar, efectivos de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES) y la Unidad de Intervención Policial (UIP).

En total, la Policía Nacional decomisó 1.069 plantas de marihuana y 33 kilos de cogollos (que ya estaban preparados para su distribución en el mercado negro). El operativo se saldó con la detención de dos hombres, de nacionalidad polaca, al que se acusa de delitos contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico. Además, a uno de ellos también se le investiga por falsedad documental.

Cuando los agentes entraron en los chalets de Lloret, vieron como los arrestados habían distribuido los interiores de manera idéntica, con el objetivo de favorecer el crecimiento de la droga. Habían destinado cada uno de los pisos y las estancias en un proceso diferente, que cubría desde la plantación hasta el envasado de la marihuana.

Además, ambos chalets tenían la luz pinchazo. La Policía Nacional calcula que el fraude eléctrico se eleva a más de 34.000 euros.

La investigación ha permitido descubrir que los dos arrestados querían poner en marcha otra plantación. En este caso, en un chalet de la urbanización Can Fornaca de Riudarenes. Como mínimo, informa la Policía Nacional, este cultivo habría podido tener unas 500 plantas más de marihuana.

El caso lo ha tutelado el Juzgado de Instrucción Número 1 de Blanes, que ya ha dictado prisión provisional para el dos detenidos. Para uno de ellos, sin embargo, eludible bajo fianza.