El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha convocado hoy la celebración de elecciones generales para el próximo 28 de abril, después de ver como el pasado martes se desvanecía en el Congreso de los Diputados la posibilidad de aprobar los Presupuestos Generales del Estado.
La presidencia de Sánchez es la más corta y atípica de la democracia española reciente. Accedió a la presidencia del Consejo de Ministros a principios de junio de 2018, después de ganar una inesperada moción de censura que se abrió paso en pocos días al agrupar a PSOE, Unidos Podemos, PNV, ERC y PDeCAT, hartos de los casos de corrupción en los que estaba inmerso el partido de Mariano Rajoy.
Pero ocho meses y medio después, al no poder aprobar el pasado martes 12 de febrero la tramitación parlamentaria de los presupuestos estatales, que no han apoyado ni ERC ni PDeCAT, ha optado por disolver las Cortes y que sea el pueblo español el que decida su futuro en las urnas.
La campaña electoral comenzará el viernes 12 abril y deberá convivir con la celebración de la Semana Santa. El día 28 habrá en los colegios electorales dos urnas, una para elegir los miembros que van a las Cortes y otra al Senado. Solo 12 días después, el 10 de mayo, comenzara la campaña para las elecciones municipales y europeas, que se celebrarán el domingo día 26. El hecho de que se produzcan dos elecciones en dos meses consecutivos es un hecho inédito en la democracia española.
Clarificado el ciclo electoral, los próximos días los partidos políticos deben perfilar sus candidaturas, hacerlas públicas y confeccionar el programa electoral. En Cataluña las elecciones tendrán una importancia crucial pues el encaje de la comunidad en España sigue empantanado y sin visos de solución.