La competitividad actual hace que los jóvenes tengan que dar lo mejor de sí cuanto antes. Esto incluye planificar su vejez con mucha antelación.
La vida pasa muy rápido y es muy común que la mayoría no se tome el tiempo para planificar su futuro financiero. Esto debido a que no es común que desde pequeños y a lo largo de la vida se aprenda a manipular el dinero, invertir, ahorrar inteligentemente, ni mucho menos, a tener un fondo de ahorro preventivo para la vejez.
Lo más común es que se llegue a la adultez joven con una carrera profesional (aquellos que logran alcanzar un nivel universitario) que luego sirva de apoyo para conseguir un trabajo y así, poder tener una fuente de ingresos fija mensual. Siendo esta una situación bastante ideal, resulta difícil pensar qué hace el resto de las personas en España que no alcanzan un nivel universitario. La respuesta es sencilla, puesto que hay muchos trabajos que requieren de personal sin que el nivel universitario sea obligatorio. Sin embargo; la parte complicada viene a medida que pasan los años.
Con cada avance tecnológico el mundo actual se está volviendo cada vez más competitivo. Esto significa que son requeridas más personas con habilidades intelectuales y competencias específicas, lo que quiere decir que es necesario que estén formadas profesionalmente. De manera que, aquellas personas que no logran alcanzar este nivel universitario suelen tener estabilidad tanto económica como laboral por períodos y no a lo largo de su vida. Luego, podrían contar con subsidios del gobierno o de familiares para sustentarse durante su vejez, pero tampoco es un plan que brinde estabilidad, sino más bien una posibilidad de base muy incierta.
¿Demasiado tarde?
A pesar de que suene bastante cliché, la verdad es que nunca es demasiado tarde para proponerse metas, sobre todo si estas involucran alcanzar un nivel universitario. Lo que sí es una realidad es que, para ello, debe tenerse una base económica que permita alcanzar esta meta sin complicaciones. En España hay muchas universidades públicas, pero igualmente, es necesario pagar algunas tasas estudiantiles, sin contar con el material de estudio y todo lo necesario para aprobar las materias.
Por suerte, en Europa es relativamente sencillo (y económico en comparación con otros países como Estados Unidos) optar por una educación superior sin que la edad ni el dinero sean factores limitantes. Por supuesto que una persona de 30 años no se desempeñará igual que una persona de 20 años, pero el detalle está en apuntar a alcanzar la meta y mantenerse activo el mayor tiempo posible antes de la vejez, para tener mejores cualidades y, eventualmente, lograr mayores ingresos.
Por otro lado, es importante notar que, si bien lo ideal es tener una carrera universitaria y ampliar conocimientos para ser una persona letrada e integral, el mundo académico no es la única solución para poder triunfar en el mundo competitivo de hoy en día. Hay muchas formas de ahorrar dinero y de garantizar tanto una buena calidad de vida como una vejez digna y estable. Solo se deben tomar las decisiones más convenientes y desarrollar cuanto antes la inteligencia emocional. De hecho, estudios garantizan que la educación superior no garantiza el éxito, mientras que el desarrollo de la inteligencia emocional sí lo hace.
Evaluar las posibilidades es la clave
El mundo está en constante cambio, y gracias a ello, algunas puertas pueden parecer cerradas, pero todo dependerá de la perspectiva con la que se vean. Cada caso es muy particular, así que lo común es evaluar las herramientas a disposición y las facilidades.
Una encuesta realizada en Madrid demostró que son más las personas que desean invertir en sí mismas para el crecimiento profesional que las que desean ser pensionadas. Muchas mencionaron que la inversión para poder generar más ingresos en el futuro sin comprometer el presupuesto fue a través de un préstamo en línea con pocos avales y bajos intereses. De modo que esto, puede ser una buena herramienta.
Sin embargo; otras que no se ven creciendo en el mundo académico, piensan en optar por un microcrédito para abrir un pequeño negocio que, poco a poco, les traiga ingresos que permitan expandir sus ganancias y con esto, también sus metas. Otros, ya han decidido solicitar préstamos hipotecarios para invertir en bienes inmobiliarios e infraestructuras con los que puedan generar ganancias a través de alquileres. Y hay otras personas que expusieron su deseo de aprender habilidades más específicas que no se enseñan en todas las universidades y que requieren de equipos especiales como fotografía o estilismo, por lo que tienden a solicitar préstamos personales flexibles y que los ayuden a iniciar su travesía con estas actividades que, al final, resultan ser bastante útiles para generar ingresos.
“Siempre y cuando no te sientas derrotado, habrá alguna cosa en la que puedas invertir para generar más ganancias” afirmó uno de ellos. De modo que todo será cuestión de darle la vuelta a la situación y empezar a pensar en cómo generar ganancias para hoy y para el futuro. Además, si se usa el dinero de forma inteligente, no necesariamente se tiene que solicitar un préstamo por una gran cantidad, ya que con inversiones pequeñas como la de un préstamo rápido, se pueden conseguir grandes ganancias. Basta con saber exactamente qué hacer con el dinero y asegurarse de que se puede devolver el préstamo sin problemas. Lo demás, es cuestión de ser paciente y ponerse a prueba con cada reto que se presente en el camino.
Es así como el miedo de quedarse pensionado y sin planes estables, se ha vuelto algo común últimamente. Además de recordar que para inicios del 2018 se calculaban 8.698.160 pensionistas que aumentarían en 2% para 2019 y que el valor de cada pensión es de 600 a 700 euros al mes según sea el caso. Por otro lado, el costo de vida estimado para una persona es de aproximadamente 1.500 euros mensuales, sin contar medicinas ni tratamientos médicos que probablemente sean necesarios en la vejez. De este modo, se puede ver que la carga para el estado es bastante significativa y, sin embargo; no es suficiente para cubrir todos los gastos estimados. Por ello, son cada vez más jóvenes los que no recomiendan confiar únicamente en subsidios gubernamentales para los años en los que se supone que deberían descansar y disfrutar de la familia sin preocupaciones financieras.
Muchos concuerdan con que el momento de generar el fondo para la vejez es ahora, sin esperar a que la edad sea realmente un impedimento. “¡La clave es Invertir inteligentemente para generar ingresos que te ayuden en el futuro!” exclamó uno de ellos.