Argimon: ‘Las medidas son difíciles, pero servirán para frenar la escalada del virus’

Josep Maria Argimon, secretario de Salud Pública de la Generalitat de Cataluña

El secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, reconoció ayer en rueda de prensa telemática que en los últimos días se ha producido un aumento muy importante de los casos de Covid en Cataluña, por encima de lo pronosticado hace dos semanas.

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Por ejemplo, que se ha pasado de una media de unos 7.000 casos semanales a unos 12.700, que el riesgo de rebrote ha subido más aún o que la tasa de contagio llega ya a 1,4, cuando antes, en la situación de estabilidad tensa, no superaba el 1. A nivel asistencial también se está experimentando un aumento gradual de indicadores, tales como que, en 15 días, se ha pasado de 140 pacientes con Covid camas de críticos del SISCAT a unos 190.

Medidas «duras y drásticas»

«La curva está creciendo en los últimos días, con más velocidad de lo esperado. Esto nos ha obligado a tomar decisiones para preservar el sistema sanitario y para garantizar mantener la actividad no-Covid. La primera ola nos obligó a alterar la atención a las enfermedades no-Covid y eso no queremos que vuelva a pasar», ha resaltado Argimon como una de las razones principales para tomar decisiones que calificó de duras y drásticas. «Si tomábamos medidas más suaves, corríamos el riesgo de no frenar la curva y tener que aplicar seguidamente de más contundentes todavía. Las medidas tomadas deben servir para frenar la escalada creciente de la curva», enfatizó.

El secretario de Salud Pública ha recordado que gran parte de Europa está con tasas de contagio entre 1,3 y 1,6 y que muchos países están tomando medidas drásticas. «En Cataluña las medidas no las hemos tomado solos. Las hemos hablado y contrastado con diferentes técnicos y expertos. También con los sectores afectados, que entendemos perfectamente su preocupación», subrayó.

Argimon también ha hecho un llamamiento a la ciudadanía a pensar si es necesaria tanta movilidad e interacción sociales. «Reflexionemos pensando en todos nosotros, en quien ha perdido su trabajo o en quien estará sin unos días -como las familias que hay detrás del sector de la restauración- o en los mismos enfermos no Covid. Sabemos que todo agota, y que las medidas agotan más aún, pero la primaria no ha parado y los hospitales ya ven un incremento de pacientes. No podemos fiar todo al entorno asistencial: se trata de una pandemia de la solidaridad y nos jugamos mucho», enfatizó.

A pesar de este agotamiento, Argimon ha garantizado que el sistema de salud catalán seguirá dando más y trabajando en todos los ámbitos, con diferentes estrategias para, a partir de ahora, «tratar de ir a rebufo de un virus que ahora toma velocidad». Por ejemplo, haciendo que los propios trabajadores de residencias, especialmente de entornos con riesgo de rebrote elevado, se hagan un frotis nasal para extraerse su propia muestra de forma supervisada, una estrategia llamada de autopresa sistemática que liberará capacidad de pruebas PCR para otros usos.

«Esto nos hará llegar a más y más gente, y la próxima semana tendremos más capacidad para acelerar el rendimiento, exponencialmente, de la técnica del pooling», añadió. Estos, sin embargo, no serán los únicos instrumentos de detección de la Covid-19, ya que antes de que termine la semana se quiere comenzar la distribución de los primeros 500.000 tests rápidos de antígeno, que tienen una fiabilidad equivalente a la PCR para el diagnóstico en el caso de personas con sospecha clínica.

Aparte de estas acciones inmediatas a desplegar, Argimon también ha puesto en valor, con datos, la «intensidad y la velocidad de crucero que venimos tomando»: por ejemplo, que en la semana del 20 al 27 de julio se hicieran casi 78.000 PCR cuando la última semana ya se han hecho más de 152.000; o, por ejemplo, que desde el inicio de curso ya se hayan practicado más de 160.000 personas del censo escolar.