La salida de Anselmo Ramos del gobierno de Blanes revaloriza la oposición del PSC

El abandono del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Blanes por parte del concejal Anselmo Ramos, del Partido Democrático de Blanes (PDB), a finales del pasado mes de julio ha comportado la pérdida de mayoría del gobierno local. Esta circunstancia se visualizó ayer en el pleno celebrado en la Casa del Pueblo cuando se debatía la aprobación del proyecto de redacción del mapa de equipamientos deportivos de la ciudad para el periodo 2010 – 2020. Elaborado bajo el mando de Ramos, responsable de Deportes y Medios de Comunicación, con una subvención de 8.000 euros por parte de la Secretaria General de l’Esport el asunto quedó «sobre la mesa», un eufemismo técnico que significa que no se sometía a votación.

La decisión la tomó el equipo de gobierno a petición del grupo socialista, cuyo portavoz, Josep Marigó, alertó que «vemos cosas que hipotecan la gestión» que en la materia se haga durante los próximos años. El edil recordó que el organismo de la Generalitat tiene un talante negociador severo y que podría no admitir en el futuro rectificaciones al documento que se pretendía aprobar.

Minutos antes, Joan Salmerón (EUiA) dijo que el Consell de l’Esport local no se había reunido ni una sola vez durante la legislatura y que la oposición tampoco había participado en la elaboración del mapa. Desde la oposición se demandó elaborar un documento «consensuado» por todos los grupos y CiU aceptó los consejos.

Se operó así un cambio de actitud en el debilitado equipo de gobierno y dio la impresión de que el documento elaborado bajo la áspera batuta de Ramos iba directo a la papelera. El dossier no podía sustraerse a una incongruencia: fechado el mes de septiembre, llevaba la firma de Anselmo Ramos, que ya no forma parte del gobierno local. Y éste marcó distancias con su excompañero de legislatura dejando el asunto pendiente de su reelaboración.

Con anterioridad a este asunto, también se hizo patente la revalorización de la oposición en el juego político blandense, cuando se votaron las Cuentas Generales de 2009. Se aprobaron por 10 votos a favor (CiU, PP, ERC y el ahora independiente Fernando Gómez), ocho abstenciones (PSC) y tres votos en contra (EUiA y PDB). El socialista Josep Marigó dijo que se abstenían para posibilitar que el asunto salga adelante y eludir así que Blanes figure en la «lista negra» de municipios que no lo han aprobado, lo cual pondría al Ayuntamiento bajo el foco de la Generalitat, que precisamente interviene en el Plan de Saneamiento económico de la institución.

Joan Salmerón manifestó que «Marigó es un caballero» y que con su actitud iba a sacar las castañas del fuego al equipo de gobierno. No obstante, justificó su voto en contra en que el responsable de Hacienda ha elaborado unos números que comportan “comerse ahora los ingresos y computar los gastos para la próxima legislatura. Y a pesar de todo, nos presentais déficit” de 3.217.000 euros.

La contrapartida del voto del PSC fue el reconocimiento del concejal de Hacienda, Joan Burjachs, de que las Cuentas Generales de 2006 y 2007 son correctas, cuestión sobre la que Marigó pidió que se pronunciase Burjachs. Se venía así a desautorizar las informaciones recientes que acusan a Marigó de mala gestión cuando era alcalde por el asunto de los IBI que no se pueden cobrar por haber caducado el periodo para percibirlos.

Burjachs leyó un texto en el que describió el duro panorama con el que tendrá que lidiar la Hacienda local. Dijo que el Ayuntamiento cuenta con una estructura administrativa potente –ampliada en los tiempos de bonanza económica-, que ahora debe afrontar y convivir con un fuerte descenso de los ingresos. Y todo ello cuando el Ayuntamiento carga con «muchos servicios» para los que el dinero a destinar escasea. Por este motivo, afirmó que es necesario «buscar inversiones productivas» para mejorar los ingresos y constató que el Gobierno de Madrid impone a los ayuntamientos un «futuro normativo duro», a fin de limitar el endeudamiento de éstos.

En medio de este panorama mañana se presenta la huelga general convocada por los sindicatos para protestar por la reforma laboral aprobada el pasado verano por el Gobierno. Precisamente EUiA llevó al pleno una moción para respaldar el paro, que fue rechazada por 10 abstenciones, ocho votos en contra y sólo tres a favor.

Texto y edición: José Fernández