La empresa Copisa comenzará la próxima semana las obras de remodelación de las instalaciones del Club Vela Blanes (CVB), tras haber resuelto Ports de la Generalitat las alegaciones que se habían presentado al proyecto constructivo.
La Generalitat ha admitido en parte una de las alegaciones, presentada por la Confraria de Pescadors. Se refiere al tamaño de dos pantalanes fijos, que tendrán una longitud 10 metros inferior al proyecto inicial de la entidad, según informó, Carlos Ramos, gerente del CVB. Al ser más pequeños, se incrementa la seguridad de las maniobras de los barcos de pesca cuando salen y entran del recinto portuario.
Las obras se han presupuestado en 5,6 millones de euros (sin IVA), que pagará la entidad con recursos propios recaudados los últimos años, fruto del alquiler y renovación de los amarres, que experimentan aumentos de precio. También, con la venta de los nuevos amarres que se crearán. Las obras se prevé que finalicen en julio de 2014.
La primera fase consistirá en la demolición de la antigua escollera, así como el muro que delimita el espacio del CVB de la playa. Esta actuación debería finalizar antes de que la temporada de verano alcance su máximo apogeo.
Posteriormente, se procederá a la construcción de los pantalanes, que al ser de menor tamaño acogerán a entre ocho y 12 embarcaciones menos de las previstas, aunque se creará espacio para que amarren unas entorno a 30 embarcaciones. La decisión de la Generalitat comporta que también las boyas de los barcos de pesca se ubiquen unos metros más atrás de su actual emplazamiento.
Los accesos a la explanada del CVB se mejorarán y se creará uno nuevo. El que da acceso al restaurante, contará con un ascensor. Cerca de la rotonda por la que entran los vehículos a la explanada se construirá un edificio de una planta para actividades deportivas. Tendrá 1.100 metros cuadrados y contará con gimnasio, vestuario, lavabo, un pequeño spa y un almacén.
Por lo que se refiere a la gasolinera, se cambiará su ubicación y se situará en el extremo del antiguo rompeolas. En este espacio se construirá un edificio de servicios de 200 metros cuadrados, desde el que se realizarán labores de vigilancia.
La pasarela peatonal resultante de derribar el muro, que en la actualidad está lleno de grafitis, tendrá tres metros de anchura y se baraja que cuente además con un escalón, lo cual permitiría que los viandantes se sienten frente al mar y Sa Palomera.