La apertura del local social de Mas Enlaire acumula semanas y meses de retraso y su apertura, en el mejor de los casos, se producirá en noviembre  o diciembre. La construcción del local finalizó en abril.

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El local forma parte de la reforma del Parc Onze de Setembre, del que ya se ejecutó la primera fase y está pendiente de que se realice la segunda fase, en cuyo espacio se ubica el local social.

Al no haberse intervenido en esta zona, el local quedó rodeado de tierra sin que se construyese a su alrededor una plataforma sólida que impida la entrada de agua en el local, uno de los defectos que se han detectado y que está pendiente de solventarse.

La sala de reuniones ocupa la mayor parte del espacio del local / Blanesaldia.com

También se han detectado otros defectos como que las puertas y ventanas no ajustan bien, y que algunos de los listones de madera que recubren el local han empezado a doblarse al verse afectados por la lluvia y las oscilaciones de temperatura. Sobre esta cuestión sorprende que la madera aún no haya recibido una capa de barniz.

Fuentes del Ayuntamiento consultadas por Blanesaldia.com restaron importancia a los desperfectos y argumentaron que la construcción del local tiene una garantía de tres años, durante los cuales el constructor está obligado a solventar los defectos que aparezcan.

El pasillo para acceder a la sala de reuniones no está herméticamente cerrado, lo cual propicia que entre polvo, hojarasca y aguas pluviales / Blanesaldia.com

El Ayuntamiento ya ha cursado el pedido para amueblar el equipamiento y prevé recibir el material en noviembre si no se producen retrasos imprevistos. La institución local y la Asociación de Vecinos de Mas Enlaire ya han firmado el convenio por el cual se regirá la gestión del local, que correrá a cargo de la entidad vecinal en coordinación con el Ayuntamiento. 

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En la construcción del local social se utilizaron materiales como la madera, para el recubrimiento exterior y el techo, y el pladur para el cerramiento exterior y separación de espacios. Tiene una superficie que ronda los cien metros cuadrados y buena parte de este espacio corresponde a una amplia sala en la que se podrán celebrar reuniones y actividades.

Está previsto que esta sala cuente con un separador plegable a fin de dividir el espacio en dos. El local -que tiene en el exterior un desfibrilador-, cuenta con dos pequeños despachos y lavabo con una ducha cuya base también se detectó que estaba mal colocada.