Las noticias sobre los brotes de la enfermedad Covid-19, en poblaciones de Girona, de Barcelona y su área metropolitana han obligado al equipo de gobierno de Blanes a replantearse la conveniencia de celebrar o no una Festa Major descafeinada pero con alto riesgo de ser el semillero de nuevos contagios. En estas condiciones, el gobierno local ha optado por la prudencia y esta tarde ha anunciado que suspende los actos festivos, incluido los 17 días de la feria de atracciones.
La decisión se ha tomado esta tarde, tras una reunión de urgencia convocada por el equipo de gobierno, encabezada por el alcalde de Blanes, Ángel Canosa, y el primer teniente de alcalde, Jordi Urgell. El alcalde ha manifestado que «la decisión la hemos tomado igual que lo hemos estado haciendo durante estos últimos meses: atendiendo a criterios sanitarios. Porque, por encima de todo, están la salud y la seguridad de las personas».
Desde que se anunció la celebración de la Festa Major y la feria de atracciones, numerosos blandenses se han manifestado en las redes sociales en contra de la celebración de estas actividades, por el alto riesgo de contagios que podrían producirse, cuestionando incluso que se fuesen a cumplir los protocolos de seguridad e higiene.
Y las noticias de los brotes detectados en Barcelona no han hecho más que dar argumentos a favor del criterio de estas personas, algunas de las cuales han lamentado la complicada situación económica que deben atravesar los feriantes. En este contexto y tras el pleno extraordinario celebrado ayer domingo en Lloret de Mar, que acordó suspender la Festa Major en la población vecina, la postura del equipo de gobierno era insostenible y el anuncio de la suspensión de la fiesta estaba cantado.