La empresa pública Aigües Ter Llobregat (ATL) , adscrita al Departamento de Territorio y Sostenibilidad, puso en servicio el pasado martes la desalinizadora del Tordera, ubicada en el término municipal de Blanes, una vez finalizadas las obras de reparación de las tres tuberías afectadas por el temporal Gloria durante la semana del 20 de enero de 2020.
La gran crecida del río Tordera produjo la rotura de la mota del río, por debajo de la que transcurrían las dos tuberías de impulsión de agua de mar de 800 mm de diámetro y la de retorno del proceso de desalinización de 1.000 mm de diámetro, así como las líneas eléctricas y de comunicaciones, que se vieron parcialmente arrastradas por el río.
Las obras de reparación, llevadas a cabo en el marco de la emergencia sanitaria, han tenido el objetivo de restablecer lo antes posible la operatividad de esta instalación de suministro de agua potable.
El pasado 30 de junio, se pusieron en servicio las dos tuberías que impulsan el agua de mar hasta la desalinizadora y la tubería de retorno del proceso de desalinización, cumpliendo así con el calendario previsto. Estos últimos días han estado llevando a cabo las operaciones técnicas necesarias para comprobar su funcionamiento y asegurar la calidad del agua que transcurre. El presupuesto máximo de esta reparación se estimó inicialmente en 7,5 millones de euros (IVA no incluido) pero las estimaciones actuales han reducido este importe hasta los 5 millones de euros.
Evolución del acuífero del Tordera
El acuífero del Tordera, que es la principal fuente de abastecimiento del norte del Maresme y el sur de la Selva, ha alcanzado registros históricos entre los meses de abril y junio, situándose, de manera sostenida, en un nivel superior a tres metros por encima del nivel del mar, según datos de la Agencia Catalana del Agua (ACA).
El último trimestre de 2019 y los primeros seis meses de 2020 han sido un período de múltiples episodios de lluvia intensa que ha hecho que por el río Tordera y sus afluentes circule agua en mayor abundancia de lo habitual. Otra de las causas de este alto volumen de reservas de manera sostenida es el descenso del turismo a raíz de la situación provocada por la Covid-19.
Para garantizar las demandas en la zona del norte del Maresme y el sur de la Selva, evitando la sobreexplotación del acuífero, la extracción de las aguas subterráneas se combina con la producción de agua desalinizada de la planta del Tordera.
Aunque la desalinizadora ha estado inactiva desde el temporal Gloria hasta finales de junio, se han aportado en los últimos seis meses más de 2,5 hm3 desde la potabilizadora de Cardedeu.
Desde el año 2002, con la puesta en servicio de la desalinizadora del Tordera, se constata un importante cambio en los niveles del acuífero. Antes de la activación de esta infraestructura, los niveles de esta masa de agua subterránea usualmente podían llegar a estar 5 metros por debajo del nivel del mar, favoreciendo la intrusión salina. Con la aportación de agua desalinizada, el acuífero siempre ha estado habitualmente por encima del nivel del mar, favoreciendo su buen estado.
Restauración ambiental
En los próximos meses, está previsto llevar a cabo las obras de protección de la mota, la formación de una escollera y la aportación de tierra vegetal. Durante el mes de octubre se procederá a la restauración ambiental de los espacios afectados, atendiendo a la época del año más adecuada para llevar a cabo las plantaciones vegetales previstas. Estos trabajos de restauración ambiental se prevé que estén finalizados en enero de 2.021.