El presupuesto contempla que el próximo año se obtengan 40,78 millones de euros en ingresos y que los gastos ascenderán a 40,62 millones.
En este capítulo destaca que el próximo año se deberán pagar 5.421.521 euros en amortizaciones de préstamos, además de 1,58 millones en intereses a los bancos.
Estas dos importantes cifras son las que impiden que no se concrete en el presupuesto ningún gasto en inversiones, pues se debe cumplir el duro Plan de Ajuste aprobado la pasada primavera. El capítulo de gastos de personal se ha cualificado en 12,48 millones de euros.
El alcalde Josep Marigó manifestó que los presupuestos están condicionados por los gobiernos estatal y autonómico, que no paran de recortar partidas que afectan a las arcas municipales. Además, indicó que los 14 millones de euros que prestó el Gobierno de Madrid para pagar deudas a los proveedores, se deben devolver con un interés del 6%. El alcalde indicó que el Ayuntamiento tiene cerrado el crédito de los bancos, motivo por el cual la institución local debe ser «autosuficiente. No hay inversiones [en el presupuesto] porque no están asegurados los ingresos» que recibirán de Madrid y de la Generalitat.
Marigó anunció que la Generalitat recortará en 400.000 euros el dinero que entrega a Blanes, pero que por ahora se desconoce qué partidas se verán afectadas. Por este motivo, subrayó que «hay que ser muy prudentes», en alusión a la inconcreción de algunas partidas en las que se ha consignado solo un simbólico euro.
No podemos obviar en esta crónica un dato que el alcalde Marigó mencionó en el pleno. Después de muchos años se ha conseguido llevar al pleno y aprobar el presupuesto antes de comenzar el año en que se ha de ejecutar. Es decir, lo que debería ser normal ha sido un excepción en toda en regla en el Ayuntamiento de Blanes. No podemos dejar de preguntarnos si este déficit se ha debido a la baja productividad de los políticos que han gobernado la ciudad en las legislaturas anteriores.
La abstención de CiU
Los presupuestos se aprobaron al abstenerse CiU, que había condicionado su voto a que se aceptasen 10 propuestas, que fueron admitidas por el PSC. Entre ellas figura que se destinen 40.000 euros a la Escola de Música, que se subvencione al club de hoquei sobre patines, que se reserve espacio para la Unidad de Escolarización Compartida y que el Ayuntamiento subvencione con 18.000 euros los gastos de la piscina del centro de educación especial Ventijol. También demandó que se mantenga el «gasto social» y las subvenciones a entidades de la ciudad.La postura de CiU la defendió Joaquim Torrecillas, recientemente elegido presidente de la agrupación local de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). Manifestó que los presupuestos de 2013 «no nos ilusionan. Son de subsistencia». Criticó que a pesar de los recortes -cierre de la empresa de medios de comunicación, reducción de líneas de transporte urbano, menor volumen de limpieza de edificios municipales y colegios, descenso del servicio de recogida de basuras, reducción de subvenciones a entidades y menos plazas de guarderías-, la disminución del gasto para el 2013 solo será del 0,45% (186.000 euros) con respecto a 2012.
Torrecillas anunció que CiU será en 2013 «más exigente» a la hora de controlar al equipo de gobierno, pues anunció que su grupo tendrá «más iniciativa política» y que presentarán mociones en los plenos. Todo un aviso al PSC, que recibió el «si» para sacar adelante el presupuesto de 2012, pero que ahora se ha tenido que conformar con una distante abstención.
ICV-EUiA denuncia el empobrecimiento de la ciudad
El rechazo a apoyar el presupuesto por parte de ICV-EUiA lo verbalizó Joan Salmerón. Dijo que ahonda y «materializa la política de recortes» con la colaboración de CiU, lo cual aboca la municipio al «empobrecimiento». Salmerón denunció, una vez más, el «silencio cómplice» del PSC con respecto a la gestión realizada por CiU la anterior legislatura, en la que solicitó y obtuvo entorno a 25 millones de préstamos bancarios, que ahora imposibilitan plantearse inversiones al tener que devolver en 2013 seis millones de euros de prestamos e intereses.En otro momento de su intervención criticó que el equipo de gobierno no haya copiado a otros ayuntamientos gobernados por socialistas, en los que el coste de algunos servicios municipales se ha flexibilizado en función de los ingresos o de las cargas familiares, para hacer más soportable los costes de la crisis. «Hay pocas ganas de dar un cambio la forma de encarar la crisis», dijo en tono desanimado Salmerón.
Por este motivo, dijo que hay que plantearse la «insumisión» a los recortes que afectan a las clases con menos recursos. «Va siendo hora de que esto se acabe. Pedimos cambios, porque si no, nos vamos al abismo».
El PP dice que Blanes está abandonado y sucio
El portavoz del grupo municipal del PP, Salvador Tordera, dijo que se han elaborado unos presupuestos «sin ambición, sin ganas de tirar adelante la población. Afirmó que «Blanes está dejado, sucio y con poco mantenimiento. No hay capacidad ni siquiera de conservar lo que tenemos», a pesar de que se han subido los impuestos y tasas con la ayuda de CiU. Además, criticó que con la reciente concesión por 10 años de las plazas de aparcamiento, el equipo de gobierno ha «hipotecado» los ingresos por este concepto durante una década, para cumplir en 2012 con el plan de ajuste, pues de entrada el Ayuntamiento ingresará 1,6 millones de euros.Tordera dijo que no se contemplan inversiones modestas, como hacer la proyectada rotonda de acceso al barrio de Ca la Guidó. Admitió que el Ayuntamiento tiene una abultada deuda, pero que esta circunstancia no puede servir para tapar la mala gestión del equipo de gobierno.
Texto: José Fernández