La Cofradía de Pescadores de Blanes cerrará a partir de la próxima semana, con lo cual mañana será el último día de actividad y subasta de pescado -que lleva días bajo mínimos-, antes del cese temporal de la actividad. La entidad, que cuenta con una plantilla de 15 empleados, presentará un ERTE para los trabajadores de la entidad, así como las empresas pesqueras.
La decisión se ha adoptado por unanimidad, a la vista de la evolución a la baja de la actividad en las restantes cofradías de pescadores de Catalunya. Desde hace días, los barcos de pesca de Palamós y Roses apenas salían a pescar. Un factor que ha conducido al cese de la pesca es la gran dificultad de mantener en los barcos la adecuada separación entre los miembros de la tripulación en prevención de contagios por coronavirus.
Pero también ha influido la caída en picado del precio de las capturas, al haber cerrado bares y restaurantes, que son los grandes clientes de las capturas que se subastan. Además, el confinamiento en los hogares de la población complica que los ciudadanos vayan a las pescaderías a abastecerse de pescado fresco. A raíz del confinamiento se ha detectado en los supermercados un incremento de las ventas de pescado congelado.
Ya hace días que en la Lonja de Blanes casi no hay pescado para subastar. Ayer sólo salieron a faenar dos sonseras de toda la flota, que está formada por 22 barcos de pesca y una veintena más de pequeñas embarcaciones.
En toda Cataluña la crisis sanitaria por el coronavirus mantiene prácticamente parada toda la flota. Las cofradías de Barcelona y Tarragona ya están cerradas. Por su parte, las de Arenys de Mar, Roses, L’Escala, Cambrils, las Terras de l’Ebre, Palamós y Sant Feliu de Guíxols trabajan a muy poco o están en trance de tomar la misma decisión que en Blanes.