Ayer noche Blanes se sumó a las numerosas manifestaciones nocturnas que se han celebrado en toda España para reivindicar que «la noche será violeta», es decir, que las mujeres tienen pleno derecho a vivir la noche sin temer por su integridad física o padecer ningún tipo de acoso.
Bajo el lema ’20S, Emergencia Feminista’ el objetivo de la movilización de ayer fue declarar el estado de emergencia feminista, un grito de alerta respecto a los asesinatos, abusos sexuales, violaciones individuales y en grupo que sufren las mujeres. Asimismo, se reclamó que se garantice la dotación económica necesaria para dar cumplimiento a las medidas legislativas de prevención de la violencia de género, así como de protección y recuperación de las víctimas, entre otros.
Desde la Plataforma de Mujeres de Alicante se promovió que, en las acciones que se llevasen a cabo tuviera un papel predominante el color que simboliza la lucha de las mujeres: el violeta, y con el lema ‘La Noche será Violeta 2.0. S .: No tenemos miedo! ‘. la jornada reivindicativa se inició por la tarde, con la instalación de un Punto Lila con información, prevención y concienciación sobre la violencia machista ante el Ayuntamiento. A su lado se hizo una charla-taller sobre eco-feminismo, y se construyeron farolillos con material reciclado.
Los farolillos se encendieron a partir de 2/4 de 9 de la noche, coincidiendo con la concentración que incluyó la lectura de dos manifiestos: el de la plataforma feminista de Alicante y el institucional del Ayuntamiento de Blanes, que se encargó de leer la concejala de Igualdad, Marian Anguita. El acto lo encabezó el alcalde de Blanes, Ángel Canosa, así como concejales del consistorio.
El manifiesto institucional también decreta la Emergencia Feminista, y señala que este verano ha sido especialmente duro para las mujeres, también en Blanes (clicar aquí para conocer los delitos en la ciudad durante el último semestre), con un repunte de asesinatos machistas, agresiones sexuales y violaciones individuales y en grupo. El manifiesto señalaba que hay que ser combativas: «Estamos aquí, concentradas, no con motivo de celebración, ni para llorar por las víctimas, sino de reivindicación. Para gritar bien fuerte No tenemos miedo!».
También se mostraba contundente: «Gritamos porque ya no nos quedan más minutos de silencio. Ahora toca, en nombre de todas las víctimas, sumar fuerzas todas juntas para hacer frente a la barbarie de las violencias machistas, dando luz a la oscuridad con la luz violeta (…) Tenemos mucho camino por hacer, pero la voz de las mujeres en todas partes nos dice que ya no callarán».
El texto institucional hizo un llamamiento a la unión, a la suma de esfuerzos: «Esta noche somos una única voz, una única fuerza, sabemos que no estamos solas». Después de sumarse como municipio a la declaración de Estado de Emergencia Feminista, para luchar por una sociedad libre de violencias machistas, de feminicidios y cualquier forma de violencia contra las mujeres, el manifiesto concluía: «Y la noche se hará violeta. Y la luz iluminará la oscuridad».
Fue en este momento cuando se encendió la iluminación de la fachada principal del Ayuntamiento de Blanes, de color violeta en todo su conjunto, invitando a los asistentes para que encendieran las luces de esta misma tonalidad que se había pedido que se llevaran a la convocatoria.
La manifestación que se desarrolló después de unos minutos congregó a cerca de 200 personas. Mayoritariamente participaron mujeres, pero también muchos hombres que se añadieron a la convocatoria. La movilización salió desde delante del edificio consistorial, en el Passeig de Dintre, e hizo un recorrido circular por el centro de la ciudad hasta volver al punto de origen.