Sería más inteligente cambiar las condiciones de trabajo de una sola persona que no de 250 trabajadores
La dirección de la compañía Nylstar, parece no tener límites en su incoherencia y falta de capacidad de entender las relaciones laborales del siglo XXI. Plantean una medida, claramente regresiva y gravosa para las condiciones de trabajo de los trabajadores: un ciclo de trabajo continuo de 21 días seguidos de trabajo, sin descanso.
Nuestro posicionamiento fue claro, ante lo que expresamos es una insensatez, y fue pedir a la dirección que retirase inmediatamente esa insensata e inaceptable propuesta, ya que ello solo vendría a poner a los trabajadores en unas condiciones de trabajo temerarias, de peligro para su salud, física y psíquica.
Al tiempo que comportaría graves consecuencias y desequilibrios familiares y sociales que también tendría que sufrir el trabajador por serle imposible conciliar una vida laboral, con su vida familiar y personal.
Sin embargo, lejos de ello y de intentar querer llegar a un acuerdo en los términos que establece la legislación vigente, (y el sentido común) es decir, tratar de mover su posición hacia una negociación donde el dialogo sea, la posibilidad de evitar o reducir los efectos perjudiciales y atenuar las consecuencias que lleven a una mala calidad de trabajo y de vida para los trabajadores afectados, en lugar de tomar ese camino, la empresa vuelve a sorprender, si cabe aun más de lo que ya había hecho y presenta una nueva propuesta, más perjudicial todavía para los trabajadores incluyendo ahora una rebaja del 25% del salario para los trabajadores afectados.
Con acciones así, quien haya diseñado esto, demuestra no tener nada claro cuál es su proyecto organizativo para Nylstar, e improvisa de una forma inaceptable un proceso de negociación que, con la legalidad en la mano, y el sentido común en la cabeza, debería pensar también en la vida de los trabajadores.
Con posicionamientos y anuncios en medio de una negociación como estos, en mi opinión, demuestran una total falta de capacidad y conocimientos en lo que tendría que ser un adecuado marco de las relaciones laborales, además de demostrar poco sentido común.
No será pues de extrañar que obliguen a los trabajadores a tener que adoptar posturas forzadas y radicales para la defensa y protección de sus condiciones de trabajo.
En ocasiones, es más inteligente que se cambie las condiciones de trabajo de una sola persona, que no las de 60 trabajadores.
O dicho de una forma más sencilla y llana, antes de intentar implantar un sistema de trabajo y de vida tan perjudicial, propia del siglo pasado, para los trabajadores, quien haya ideado esto, debería tener sentido común, reconocer que no tiene capacidad de saber dónde quiere llevar la organización de trabajo y dejar paso a otras personas que si sean capaces.
De este modo cambiaríamos las condiciones de trabajo de una sola persona y no de 250 trabajadores.
Gabriel Tejada
UGT de Girona