La Fiscalia de Girona ha denunciado en los juzgados de Blanes a un vecino de la ciudad y a un concejal de Palafolls, por haber manifestado en Twitter que «quemar iglesias me parece una barbaridad si no hay nadie dentro». El autor del tuit, que se divulgó el pasado mes de diciembre, es @FacuDiazT, mientras que el concejal se limitó a hacer retuit.
La fiscalía consiera que podrían haber incurrido en un delito contra el ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades religiosas. El artículo 510 del Código Penal castiga con penas de prisión de uno a tres años y multa por cuota diaria de tres a seis meses a los que inciten a «la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones, por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias».
Al ver el tuit, el concejal de Palafolls de ICV-EUiA Juan Andrés Osorio, lo habría retuiteado, lo cual en la red social Twitter equivale a asumirlo como propio, amplificando de paso su difusión.
A raíz de la denuncia, que tramita el juzgado de primera instancia e instrucción número 5 de Blanes, ha abierto diligencias previas y ha remitido un escrito a Twitter solicitando información.
La judialización de manifestaciones realizadas a través de Twitter fue noticia el pasado mes de mayo, a raíz del asesinato de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco, miembro del PP que había ocupado diversos cargos en la Administración pública. Entonces se produjeron numerosos tuits mofándose de su muerte y de su conducta como política.
A raíz de estas manifestaciones el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ordenó a los cuerpos de seguridad del Estado – Policía y Guardia Civil – que investigasen los mensajes que pudieran ser injuriosos y que fueses susceptibles de ser interpretados como incitación al odio y apología del delito. Todo ello, para presentar las correspondinetes denuncias y practicar detenciones, algunas de las cuales se llevaron a cabo.
Esta decisión suscitó polémica en el ámbito jurídico. En este sentido, recomendamos la lectura del artículo Los tuits del odio, del que es autor el catedrático de Derecho Penal Joan J. Queralt.
El jurista considera que solo con la opinión –«quemar iglesias me parece….»-, no hay sustancia delictiva. En cambio, si la habría, si alguien, influido por el polémico tuit, manifestase su intención de quemar iglesias.