Las entidades consideran que el gobierno local les ha «ninguneado» al no consultarles, lo cual interpretan como un «desprecio» a los jóvenes. Asimismo, afirman que se les ha utilizado como «instrumento político para ganarse el apoyo de los vecinos de Los Pinos». Los promotores del festival reconocen que existe una problemática de civismo en la zona por acoger establecimientos hoteleros y locales de ocio, lo cual les genera molestias durante los meses de verano.
La decisión de sacar el festival del barrio -se celebra en el campo de municipal de fútbol- ubicado en el barrio, lo interpretan como una decisión «populista» cuya objetivo es conseguir «un puñado de votos a nuestra costa» en las próximas elecciones municipales.
En el comunicado detallan hasta seis argumentos para considerar inviable y perjudicial el traslado del festival a la Ciudad Deportiva. Así, esgrimen que la organización del festival se encarecerá. La entidad aportó el año pasado 40.000 euros e informan que «desde el Ayuntamiento se apunta a un recorte del 20% en su aportación a la edición de este año». Con más costes menos subvención, auguran que la calidad del festival se verá afectada.
Tras indicar que el solar de la Ciudad Deportiva carece de infraestructuras para acoger los conciertos de música, lo cual requerirá una inversión adicional en logística, subrayan que desplazarse al lugar será casi imposible. Porque, resulta que tras finalizar los fuegos artificiales -acaban a las 22,30 horas, dando comienzo poco después al festival-, los miles de personas que vienen a Blanes a presenciarlos se marchan, generando monumentales atascos de tráfico. Todo ello dificultará en gran medida que los jóvenes puedan desplazarse a la Ciudad Deportiva, situada a 2,3 km. de Sa Palomera.
Esta dificultad de movilidad podría repercutir en la asistencia de público al festival y provocar que la recaudación de las entidades no cubra la inversión que realizan en el montaje y logística de sus barrakas, según la asociación. También consideran que todo el trabajo realizado hasta ahora no servirá de nada, pues han planificado el Festival pensando que se haría en el campo de fútbol. Además, afirman que el Ayuntamiento ha creado un «peligroso precedente» al dar satisfacción a la «minoría» de vecinos que padecen las molestias de ruido, frente a la «mayoría» de jóvenes y adultos que acudían al festival.
Por todo, se oponen al traslado y piden al equipo de gobierno que «tenga la capacidad de rectificar en la toma de esta, a nuestro parecer, errónea y desafortunada decisión, que puede acabar con el Festival Sa Costa Barrakes de Blanes».