Hoy es un día feliz para decenas de jubilados de la ciudad, pues esta mañana se han sorteado en la Casa de Cultura 39 de los 44 pisos de la promoción Asil de Sant Jaume. Las viviendas las ha construido la empresa de la Generalitat Adigsa en un solar de propiedad municipal.
La viviendas se destinarán al alquiler de parejas de jubilados que ya han cumplido los 65 años. Las condiciones comportan un arriendo por cinco años de duración, que es prorrogable. El sorteo se celebró en el salón de actos de la Casa de Cultura ante la presencia de casi un centenar de personas y con la asistencia del alcalde Josep Trias y de representantes de Adigsa de la demarcación de Girona.
La gran mayoría de las familias tenían asegurada la vivienda, motivo por el cual el sorteo sirvió para decidir el piso que corresponde a cada solicitante. Sólo unos pocos aspirantes se han quedado sin vivienda, pero pasarán a formar parte de un lista de espera -que tendrá dos años de duración-, por si algún inquilino decide al final no hacer uso del inmueble.
Las llaves, dentro de un mes
A medida que los agraciados conocían el piso que les había correspondido, se dirigían a la mesa y, tras recoger la papeleta del sorteo, se trasladaban a visitarlo. La previsión es que en el plazo de un mes se entreguen las llaves. Las viviendas, situadas en número 1 de la calle Àngel Planells, tienen una superficie útil de entre 40,40 metros cuadrados y 44,54 metros. Los alquileres oscilan entre los 118 euros y los 202 euros al mes.
El Ayuntamiento se ha reservado cinco viviendas para destinarlas a «fines sociales», según se indica en el pliego de condiciones de la promoción. Se da la circunstancia de que una vivienda adaptada para personas con movilidad reducida -y que se reservaba para algún posible aspirante- se sorteó al no presentarse candidatos con las condiciones que se requerían que este inmueble concreto.
Las familias solicitantes han recibido, según un baremo previamente establecido, una serie de puntos, de forma que los que acreditaban mayor puntuación, se aseguraban la vivienda, al haberse establecido dos listas. La de los aspirantes con menos puntos es la que ha comportado que algunos se hayan quedado sin opciones.
Antes de celebrarse el sorteo el representante de Adigsa dijo a los presentes que el Ayuntamiento había detectado «una problemática en la población, buscó una solución y destinó el solar de su propiedad a vivienda social». Comentó que ofertar las viviendas «no es un privilegio, pues se trata de un equipamiento que da respuesta a muchas personas. Cubrirá una necesidad inmediata: dar un lugar digno para vivir», pues los agraciados ya tienen hogar, pero «se les concede otra vivienda con mejores condiciones».
Edición, texto y fotos: José Fernández