La recogida de los animales que se abandonan en la vía pública en Blanes le cuesta al Ayuntamiento, es decir, a toda la población, al menos unos 40.000 euros al año, según manifestó ayer el alcalde Josep Marigó. Este dato lo aportó cuando se debatía en el pleno de noviembre la prórroga del convenio entre el Ayuntamiento y el Consell Comarcal de la Selva (CCS) relativo a la recogida y traslado de los animales, que en su mayoría son perros.
La prórroga del convenio es por tres años, a contar desde el pasado mes de junio. Los animales que se recogen se trasladan al centro que tiene el CCS en Tossa de Mar. Cuando se localiza un aminal abandonado, se avisa a los empleados de centro de recogida de animales para que vengan a Blanes a recogerlo. Este servicio le cuesta al Ayuntamiento 23.000 euros cada año. Pero el alcalde Marigó explicó que a veces requieren la atención de un veterinario, lo cual incrementa el coste del servicio, que cifró en unos 40.000 euros.
Marigó explicó que este servicio es una “obligación” ineludible del Ayuntamiento. El alcalde exhortó a los propietarios de animales de compañía a tener un comportamiento cívico y responsable con los animales. Y dejó caer que el coste del servicio es superior pues existen numerosas papeleras y farolas en la población que están oxidadas, lo cual acelera su degradación, por los continuados orines de los perros.
Es evidente, que el perjuicio estético que estas deposiciones causan, también en las fachadas de los edificios, no se puede calcular, aunque también las tenga que soportar toda la ciudadanía.