La plantilla de Caves Mont-Ferrant se dispone a abrir un periodo de negociaciones para minimizar los efectos del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha presentado la empresa y que afecta a 18 de los 20 con que cuenta.
A pesar de contar con un delegado sindical de UGT, es un bufete de abogados de Barcelona ajeno al sindicato el escogido por los trabajadores para negociar con los propietarios de la industria vinícola, la familia Raventós.
La empresa presentó a finales de agosto un ERE de extinción de contratos, semanas después de ser vendida por Agrolimen a la familia Raventós. Las negociaciones previsiblemente durarán varias semanas, pues los letrados deben estudiar la documentación que aporten los trabajadores.
El colectivo es partidario de mantener los puestos de trabajo, pero será la negociación la que establezca el número de despedidos. Por lo general, cuando la parte empresarial inicia un proceso de este tipo adopta una postura maximalista en el tema de los despidos, que después suele rebajar.
En principio, el ERE afecta a 18 empleados, de los que 10 trabajan en Blanes y ocho en la oficina administrativa, ubicada en Barcelona. Los dos comerciales de la empresa tendrían asegurada la continuidad.
En relación con el conflicto, el lunes por la tarde se celebró una reunión en el Ayuntamiento a la que asistieron el alcalde Josep Marigó y concejales de los grupos municipales. En la reunión se recordó a los ediles que la finca está catalogada para ser destinada a usos industriales, pero con una importante restricción,a consecuencia de los sótanos donde se guardan las botellas de cava y que conforman una pequeña red de galerías y naves subterráneas de cuatro niveles. Por su parte, la masia está protegida al estar incluida poe el Ayuntamiento en el catálogo de edificios de la ciudad con valor histórico arquitéctónico.
Según apuntan las fuentes consultadas, Agrolimen continúa siendo propietaria de la finca en la que se ubica la industria, si bien se la habría alquilado por un año a los nuevos propietarios.
Hoy, Diari de Girona publica una reseña sobre la presentación del ERE, en la que se recogen declaraciones del accionista Ramón Raventós, quien manifiesta que el cava Mont-Ferrant es excelente y que la marca está bien posicionada aunque se cinsidera conveniente acometer una renovación de la organización.
Esta nueva organización previsiblemente comportará que la actividad de embotellado deje de realizarse en Blanes. Recientemente, han salido de la empresa en un camión una gran cantidad de botellas vacías. Además, antes de conocerse el cambio de dueños Agrolimen habría retirado la maquinaria más moderna. Todo ello apunta que será en otra población donde proseguirá la producción del cava Mont-Ferrant. Si en nuestra anterior información señalábamos que podría producirse en Vilafranca del Penedès, otras fuentes mencionan las poblaciones de Tiana y Alella.