Por segunda vez la tercera fase de la reforma de la Avenida Vila de Madrid ha sido objeto de un breve comentario en el pleno a propósito de la, por ahora cuestionada, prolongación del carril bici. La última vez fue el 26 de septiembre, en el apartado de ruego y preguntas. 

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Al igual que en el pleno de junio -la primera vez que salió el tema a relucir-, el detonante fue la petición de información que realizó el concejal Victor Catalan, de Blanes en Comú. En aquella ocasión le respondió la responsable de Ingeniería, Rosa Aladern.

La regidora, según comentan concejales de la oposición, es de facto la responsable de Urbanismo, área cuyo titular es el alcalde Jordi Hernández. Conviene precisar que Aladern fue responsable de Urbanismo entre 2019 y 2022 y que es administradora de un camping ubicado en el entorno de la Avenida Vila de Madrid.

La petición de información que realizó el portavoz de los Comunes fue respondida por Aladern, líder de la agrupación electoral Grup Blanes, y el concejal de Movilidad, Jaume Frigola, adscrito a Junts per Blanes. Lo que se dijo entonces figura en este vídeo:

Frigola vino a decir -y a coincidir con Aladern-, que cuando se acometa la reforma de la tercera y última fase de la Avenida Vila de Madrid, no se podrá construir el carril bici, porque habría que suprimir 150 plazas de aparcamiento. Y no se dispone de espacio para crear plazas «alternativas».

Conviene precisar que las plazas de aparcamiento susceptibles de perderse no se utilizan la mayor parte del año, por estar situadas en la zona de campings, lejos de viviendas y apartamentos.

Pero todo apunta a que la doctrina urbanística imperante es que en Blanes es imposible eliminar una plaza de aparcamiento. Para hacerlo, tiene crearse otra en la misma zona (1).

En las dos fases que se han ejecutado de la Avenida Vila de Madrid se ha creado un carril bici en la acera lado mar, con la desagradable sorpresa de que en el tramo de la primera fase la separación entre la acera para peatones y la ciclovía hay un niniescalón peligroso -al ser difícil verlo-, que al parecer ha provocado algunas caídas.

Por ahora, se desconoce cuál es el planteamiento del grupo municipal del PSC en este asunto concreto y, en especial, si está en sintonía con sus socios de gobierno en que las plazas de aparcamiento son intocables.

Esta claro que la aplastante presencia del coche en nuestras calles no corre peligro, pues en el Plan de Movilidad Sostenible de Blanes -aprobado en diciembre de 2023- no se contempla la desaparición de ninguna plaza de aparcamiento.

Es más, a medida que crezca la ciudad habrá más plazas de aparcamiento. La cuestión a dilucidar es si serán el 100% de las plazas que se podrán crear o un porcentaje menor. Está claro que los coches son como el agua: tienden a ocupar todo el espacio que se les dé. Por eso, a los ciudadanos nos corresponde decidir si queremos diseñar ciudades para el coche o para nosotros mismos.

Desde hace aproximadamente unos 20 años tanto en las grandes capitales globales, como en ciudades populosas, y también medianas y pequeñas, se han eliminado plazas de aparcamiento de vehículos, para dar cabida a carriles bici, a espacios peatonales y zonas verdes que favorezcan la movilidad a pie, la interacción social y que incluso puedan servir de refugios climáticos.

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Ciclistas en el tramo de la Avenida Villa de Madrid pendiente de rehabilitación / Blanesaldia.com

La tendencia actual de la planificación urbanística, felizmente consolidada en muchas poblaciones, es restringir la presencia de vehículos en las ciudades, para favorecer el transporte público y la movilidad activa (caminar y usar la bicicleta). Pero en Blanes ese planteamiento parece ser que no está en la mente de los que diseñan el urbanismo y la movilidad en Blanes.

El planteamiento de Aladern y Frigola choca frontalmente con las líneas maestras que inspiran la futura Ley de Movilidad Sostenible, que considera la movilidad limpia y saludable como un derecho social que las administraciones deben impulsar. La ley no salió adelante en la anterior legislatura al producirse el adelanto electoral el 23-J.

Hace pocos días el Congreso retomó el proyecto de ley y rechazó la enmienda a la totalidad del PP, con los votos de Junts per Catalunya, el partido de Frigola.

En Blanes parece ser que es un sacrilegio pretender suprimir 150 plazas de aparcamiento situadas en la periferia de Blanes, donde no hay ningún bloque de pisos. Aunque eso sí, hay campings como el que regenta la responsable de Ingeniería.

Además, es cuestionable que para dar cabida a la ciclovía en el tramo pendiente de reforma haya que suprimir plazas de aparcamiento. La anchura del vial es lo suficientemente generosa como para que quepan la vía ciclable junto a las intocables plazas de aparcamiento.
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(1) En 2023 se reformó la zona portuaria y afortunadamente se suprimieron algunas plazas del aparcamiento que hay en la zona, que forma parte del Puerto de Blanes y que gestiona la Generalitat de Catalunya.

José Fernández García

Como complemento a este artículo, recupero una noticia de marzo de 2020 en la que el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo, afirma que «como alcalde no tengo la obligación de buscarle a nadie donde aparcar su coche», publicada en el Diario de Cádiz (clicar aquí). Anxo, del Bloque Nacionalista Galego (BNG), es alcalde de Pontevedra desde 1999 y en las elecciones municipales de 2023 volvió a revalidar el cargo con el apoyo del Partido Socialista Galego.