El presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha convocado para esta tarde un Consejo de Ministros extraordinario en el que oficializará el anuncio que ha realizado esta mañana de convocar elecciones generales para el próximo 23 de julio.
Esta drástica y arriesgada decisión es la respuesta del PSOE al panorama nacional que han dibujado las elecciones municipales en toda España y en 12 comunidades autónomas.
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El PP y Vox han logrado un importante aumento de votos que se debería traducir en numerosos pactos de gobierno en ayuntamientos de capitales de provincia, ciudades medias importantes y gobiernos de comunidades. La izquierda ha perdido una notable cuota de poder local y autonómico.
El PP consiguió ayer en las municipales 7.037.871 votos (31,5%) mientras que el PSOE fue segundo con 6.277.973 papeletas (28,1%) y Vox fue tercero con 1.605.095 votos. Cuarto ha sido Unidas Podemos con 710.737 (3,2%).
El PP ha logrado una ventaja de casi 760.000 votos sobre el PSOE. Es una diferencia importante, pero los analistas consideran que no tiene por qué ser decisiva para determinar que las elecciones generales las fuese a ganar el PP cuando se pensaba que se convocarían. Es decir, a final de año, tras agotar la legislatura.
Al adelantar las elecciones Pedro Sánchez corta la posibilidad de que el PSOE siga pagando el precio político fruto del desgaste que le supondría este verano y otoño el envalentonamiento de PP y Vox de cara a las generales a final de año. Por tanto, podría privar al PP de construir en el imaginario colectivo los próximos meses que será el ganador de las generales.
Al mismo tiempo, la precampaña de las generales se va a ver amenizada dentro de muy pocos días por la visualización de los previsibles pactos entre el PP y Vox, lo cual podría producir una reacción que movilizase a la izquierda que se ha comportado con pasividad en las municipales y que se ha abstenido de votar.
También, fuerza al espacio político a su izquierda a que se deje de peleas y rencillas y se aglutine de una vez por todas entorno al proyecto de Sumar, que impulsa la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz. La clarificación de este espacio político ha privado al PSOE de mantener las mayorías en varias comunidades y ayuntamientos importantes.
Por tanto, los ciudadanos se van a ver impelidos a confirmar si quieren que la política nacional gire hacia la derecha, como ya lo han hecho a nivel local, o bien, que ratifiquen el gobierno de izquierdas que se ha enfrentado a una terrible pandemia, a la guerra en Ucrania, a un volcán en la isla de La Palma, a una fuerte sequía y, a pesar de todo ha aprobado diversas reformas de ámbito laboral y derechos ciudadanos que sitúan a la economía en ritmo creciente. Validar este legado o rechazarlo es lo que estará en juego el 23 de julio.