El consejero de Territorio, Juli Fernàndez, ha firmado hoy con el alcalde de Caldes de Malavella, Salvador Balliu, un convenio de colaboración para la construcción de una rotonda que permitirá mejorar la accesibilidad y la seguridad en la GI-673 en ese municipio.
Los trabajos se han presupuestado en 1,1 millones de euros y empezarán el próximo mes, con un plazo de ejecución de seis meses.
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Las obras consistirán en la construcción de una nueva rotonda y un vial de acceso a la urbanización el Llac del Cigne para mejorar la seguridad y la canalización del tráfico en este entorno, por el que circulan 8.200 vehículos diarios.
Esta rotonda sustituirá al actual cruce en forma de T situado en el kilómetro 2,4, que enlaza con el acceso al punto limpio municipal y la urbanización Can Solà Gros. El nuevo giratorio tendrá un diámetro de 50 metros.
De esta forma, la actuación, además de favorecer la seguridad vial, proporcionará una mayor permeabilidad a la carretera, ya que la obra incorporará los pasos de peatones y los tramos de acera necesarios para garantizar el paso del vecindario de los dos núcleos situados a ambos lados de la GI-673. Asimismo, se adaptará la red de drenaje y alumbrado existentes.
El convenio formalizado hoy establece que el Departamento de Territorio financiará y ejecutará las obras y el Ayuntamiento de Caldes de Malavella recepcionará el nuevo vial que se construirá desde la nueva rotonda hasta la calle de Llevant de la urbanización.