El Ayuntamiento afirma que no se cortó el suministro en las viviendas usurpadas por vulnerabilidad económica
El pasado lunes 27 de enero operaris de Endesa procedieron a cortar el suministro eléctrico 17 casas ocupadas en varias urbanizaciones del término municipal de Caldes de Malavella, a petición del Ayuntamiento.
En otras siete viviendas ocupadas por motivos de vulnerabilidad eocnómica, ni Endesa ni el Ayuntamiento intervinieron.
El alcalde, Salvador Balliu manifestó que «no puede ser lo que está pasando en las urbanizaciones de Caldes de Malavella y en muchas otras. Decimos basta, estamos cansados de los okupas que traen problemas de convivencia». Sobre la legislación vigente comentó que «la ley debería ayudar que más y ser más dura con estas personas que ven una rendija en la legislación».
Esta es una medida que hace meses que se trabaja para garantizar la seguridad y el bienestar al pueblo, sobre todo en las urbanizaciones.
Desde el equipo de gobierno de Caldes de Malavella se considera que las ocupaciones son «un problema muy grave que la gente tenga que ocupar una casa que no tiene un techo. Pero también lo es que genere malestar entre los vecinos, mala convivencia y muchas quejas»
El equipo de gobierno considera que defraudar el consumo de electricidad es un delito y, además, comporta un grave riesgo para la seguridad de las personas. para avalar este argumentó, el Ayuntamiento divulgó una foto de una vivienda en la que se produjo un incendio por tener pinchado el consumo de electricidad.
En un comunicado el Ayuntamiento afirma que son «muchas» las casas que tienen suministro de electricidad de forma ilícita y que se analizó en cuáles se debían cortar y aquellas en las que no, atendiendo las indicaciones de los servicios sociales. Asimismo, en las viviendas en las que no se tenía información de la situación económica de sus moradores no se actuó. «Ante un posible error es mejor no cortar», el suministro, se explica en el comunicado que se ha divulgado desde la web municipal.