El Ayuntamiento de Tossa de Mar aprobó en el pleno celebrado el pasado jueves suspender durante seis meses más la concesión de nuevas licencias de viviendas de uso turístico en el término municipal.
El objetivo de esta ampliación de la suspensión, que se inició el pasado mes de julio, es esperar a la reforma de la normativa que debe aprobar la Dirección General de Turismo de la Generalidad de Cataluña, para coordinar la normativa municipal a la autonómica.
Según datos de la Oficina de Turismo, el ayuntamiento tiene contabilizados 1.181 viviendas de estos características con una capacidad para 7.089 personas que, de media, realizan una estancia de 7 días a la población. Hay que recordar que las viviendas de uso turístico son están amuebladas y listas para su ocupación inmediata, mediante alquiler de temporada que no supera los 31 días.
Desde la aprobación en el año 2016 del Plan Especial de Vivienda de Uso Turístico de Tossa, la demanda de este tipo de actividad no ha parado de crecer y, desde el Ayuntamiento, se manifiesta la necesidad de impulsar alguna medida para completar la regulación existente y ordenar la oferta, anticipándose a posibles problemas potenciales de convivencia.
Y es que se ha detectado que esta actividad puede generar problemas especialmente cuando convive en un mismo edificio con vecinos habituales, problemática que se agudiza si son inmuebles con falta de aislamientos acústicos, espacios comunes no adecuados y cuando no se dispone de una gestión profesionalizada de la actividad.
Ante esta situación, el Ayuntamiento de Tossa ha optado por reordenar y regular urbanísticamente tanto las condiciones de implantación y desarrollo de la actividad como la localización dentro del término municipal con el objetivo de alcanzar el equilibrio entre el derecho a realizar la actividad y la garantía de una ciudad sostenible. Por este motivo, se modificará el plan especial vigente y se determinará por cada sector de la población las condiciones con las que esta actividad se podrá llevar a cabo.
El concejal de Urbanismo, Ramón Gascones, explicó que «creemos que la proliferación de esta actividad está perjudicando el acceso a alquiler de todo el año para gente joven, familias o trabajadores de temporada».
Y añadió que «queremos acabar con las prácticas ilegales que suponen una clara competencia desleal a quien hace bien su trabajo. Debemos exigir rigor, profesionalidad, seriedad y calidad en el producto, y el paso necesario para poder llegar aquí es crear una ordenanza reguladora que se adapte a las necesidades de Tossa».