Hotel Beverly Park de Blanes
La nueva tasa turística es en realidad un impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticosy los ingresos de dicho tributo «tendrán que nutrir el Fondo para el Fomento del Turismo», según informó la Generalitat.
Dicho fondo se crea «como mecanismo destinado a financiar políticas turísticas para la mejora de la competitividad de Cataluña como destino turístico», según explica el gobierno autonómico.
Por ello, los ingresos de la tasa se destinarán a los siguientes objetivos: promoción turística; impulso al turismo sostenible, responsable y de calidad; protección, preservación, recuperación y mejora de los recursos turísticos; fomento, creación y mejora de productos turísticos; desarrollo de infraestructuras relacionadas con el turismo.
Reparto por municipios
El 30% de la recaudación del nuevo fondo se destinará a las Administraciones locales, en función de la recaudación correspondiente en cada municipio. Es decir, por cada 100 euros que ingrese un ayuntamiento gracias a la tasa turística, el consistorio tendrá potestad para gestionar 30 euros y los otros 70 serán administrados por la Generalitat.
No obstante, la ciudad de Barcelona participará del porcentaje del 30% del fondo establecido así como del 50% del importe resultante de aplicar el incremento de tarifa específico para la capital catalana. Esto supone que Barcelona recaudará 24 M€ por la tasa turística gracias a su estatus especial.
Tarifas a pagar
De este modo, el nuevo impuesto se aplicará a los viajeros que pernocten en hoteles, apartamentos turísticos reglados, cámpings y casas rurales, así como en «viviendas de uso turístico, de acuerdo con la legislación aplicable en materia de turismo».
De ahí los cambios normativos que está introduciendo la Generalitat para regularizar la abundante oferta de pisos y apartamentos que ahora se comercializan en negro. La tasa turística también se aplicará a los pasajeros de cruceros, lo que ha soliviantado a las compañías navieras, que han expresado su malestar a la Generalitat.
Para fijar la cuota a pagar, se ha establecido un importe máximo, correspondiente asiete noches de estancia por persona, y una tabla de tarifas. De acuerdo con dicha tabla de tarifas, los huéspedes que se alojen en establecimientos de Barcelona ciudad pagarán una tasa turística superior, excepto en el caso de los hoteles de cinco estrellas (en este caso, el importe a pagar será el mismo en todo el territorio catalán).
Así, la tarifa más barata será de 0,5 euros por persona y día (por ejemplo, para un cámping o un hotel de tres estrellas en la Costa Dorada) y la más cara de 2,5 euros en concepto de una noche en un hotel de cinco estrellas.
Excepciones
Estarán exentos de la aplicación de este impuesto las estancias subvencionadas por programas sociales de una Administración pública de cualquier Estado miembro de la Unión Europea, así como las personas de edad igual o inferior a los 16 años. De este modo, se pretende no penalizar al turismo familiar.
Por ejemplo, una familia con dos niños que pase una estancia de siete noches en un hotel de tres estrellas de la costa, pagará 7 euros en total en concepto de tasa turística (ya que la tarifa en este caso es de 0,5 euros por persona/día y los menores de 16 años están exentos).
Reacciones
El presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona, Jordi Clos, declaró ayer que su asociación no está “ni de acuerdo ni contenta” con la nueva tasa turística pero que finalmente ha decidido aceptarla “por solidaridad y por sentido de la responsabilidad” teniendo en cuenta la situación de las finanzas de la Generalitat. «Entendemos que, en estos momentos difíciles, tenemos que arrimar el hombro», dijo Clos.