El pleno extraordinario celebrado ayer en Vidreres a petición de los grupos municipales de la oposición aprobó la creación de una comisión de investigación para investigar las irregularidades detectadas en el registro municipal. La propuesta contó con los votos de los ocho concejales de la oposición (PSC, VsT-ERC y el edil no adscrito Jordi Gómez).
Este asunto, revelado hace varias semanas, ha motivado que VsT-ERC abandone el equipo de gobierno que ahora se encuentra en clara minoría.
Las irregularidades que se han conocido se refieren a requerimientos realizados por la Oficina Antifraude, que no fueron anotados en el registro municipal. Sobre esta cuestión, el alcalde Jordi Camps (CiU), se ha escudado manifestando que en parte la petición de Antifraude tenía carácter personal.
Durnte el pleno, Camps y la portavoz socialista y Ruth Rosique, que fue alcaldesa entre 2007 y 2011, se cruzaron acusaciones y reproches. Camps dijo a Rosique que no es la “persona indicada para dar lecciones sobre irregularidades”, referencia al informe de Antifrade sobre el periodo 2000 -2011. Por su parte, Rosique pidió que Camps dimita por “dignidad”.
La previsión es que la comisión de investigación se constituya en un plazo máximo de 10 días, con un representante de cada grupo y un instructor externo.