Hace un par de semanas un lector de esta publicación nos alertó vía Facebook de la existencia de un importante socavón en la calle Lluís Companys de Blanes.
Nos envió incluso fotos y reclamó que el Ayuntamiento se gastase unos euros en alquitrán, a fin de taponar los agujeros que hay en la calzada y que dificultan la salida de autobuses de la estación, tal y como muestra el vídeo.
Las imágenes hablan por si solas y poco más hay que añadir. Si acaso, recordar que el equipo de gobierno socialista pactó con el grupo municipal del PP el pasado 30 enero una serie de medidas entre las que figura destinar una cantidad de dinero a reparar desperfectos del asfaltado en algunas calles de la ciudad, un asunto que deben consensuar PSC y PP..
Esperemos que pronto haya noticias sobre este asunto, pues el último gasto que se realizó en la ciudad en materia de reparación de asfalto se produjo en enero de 2011 y, entonces, fue insuficiente para reparar todos los desperfectos importantes que hay en muchas calles de la ciudad.
Caída de una mujer en la estación de autobuses
El vecino de Blanes que nos alertó del socavón del vídeo, también nos ha avisado de la caída de una mujer cuando precisamente caminaba por la calle Lluís Companys. Al parecer, la mujer tropezó con una elevación de la calzada, que está agrietada. La oficina de prensa del Ayuntamiento confirma que ayer sobre las 17:20 horas una ambulancia y agentes de la policía local asistieron a una mujer que sufrió una caída en la calzada adyacente a la estación de autobuses. La perjudicada se quedó de fuerte dolor en una pierna.
Este hecho pone una vez más de manifiesto las dificultades de movilidad que presentan las aceras de muchas calles de la ciudad, a excepción de las del centro histórico. El mal estado de conservación y la existencia de farolas, postes, señales de tráfico y otros elementos que conforman el mobiliario urbano como los pivotes en lugares inadecuados, o simplemente por estar ubicados en aceras estrechas convierten el tránsito del viandante en un suplicio. Son muchos años conviviendo con estos obstáculos, sobre los que casi nadie dice nada, a pesar de padecerlos a diario muchas personas.
Ahora, un vecino, al que agradecemos su mirada crítica, nos ha obligado a tener en cuenta el problema.